El ajedrez jamás se me a dado mucho,
para ser franca no lo se jugar, y nunca lo eh querido aprender a jugar porque
se que es tu juego favorito, implica estrategia, pensar antes de actuar,
controlar los nervios, adivinar el movimiento del otro y responder incluso antes
que se ejecute tal movimiento, manejar emociones, quizás te describe muy bien,
por eso eres tan bueno jugándolo.
Estar contigo es una constante de
sacrificios, estoy cansada, y mucho ¿Porqué soy yo la que debe esperarte? ¿Por
qué me tengo que conformar con migajas? ¿Por
qué si yo tengo más tiempo en tu vida? ¿Por qué como si nada desapareces?
A veces siento que no significo nada para ti, que aunque para mi
seas casi tan importante como el mismo aire que respiro, tu puedes hacerme a un
lado sin ningún tipo de dolor o siquiera incomodidad, no comprendo ¿Acaso hice
mal en entregarte todo de mi? por lo que veo, parece ser que si, te di mi vida,
mi alma, mi salud mental, todo lo que me pediste, me hice pedazos, me convertí
en todo lo que tu querías que fuera, eh estado presente en tu vida siempre en
silencio, siempre esperando, siempre pendiente, y aun así nunca es suficiente.
Tu ángel y personalidad es
aplastante, eres encantador, incluso ante mis ojos, inteligente y egocéntrico,
dominante y lo que pocos conocen, eres agresivo, tu fuerza siempre me a
paralizado, amarte y temerte, creo que esa siempre a sido la naturaleza de nuestra relación, nociva pero
al mismo tiempo placentera, incluso me atrevo a decir que hasta para ti, creo
que también me convertí en tu adicción y pasatiempo favorito, no lo admites,
pero sin mi tampoco eres nada y lo sabes, pero temes que lo use en tu contra,
no te preocupes, no puedo.
A veces me veo a mi misma con odio, con ira, con rencor por
haberte dejado que me convirtieras en una copia perfecta de ti, si aunque no lo
creas, tanto dolor me a convertido en lo que mas odio, en lo que mas me
envenena, en lo que mas me hiere, me eh convertido en ti, me volví calculadora,
me volví desconsiderada con los sentimientos ajenos, me volví manipuladora,
feroz a la hora de destrozar las mentes de los demás, siempre pensando con la
mente, cuanto me desprecio por ser como tu.
Recuerdo hace algún tiempo que me dijiste que las personas a tu
alrededor éramos como piezas de ajedrez que podías mover a tu antojo, cuanta
soberbia y al mismo tiempo cuanta perfección en tus movimientos, era cierto,
con tu característica frialdad nos manejaste a tu antojo, a tu gusto a mi y a
todas las personas que te amábamos, absorbiste nuestras vidas, nuestros
pensamientos hasta que al final solo nos convertimos en títeres de tu espectáculo,
solo piezas en tu ajedrez, en el cual, me convertí en tu peón.