martes, 17 de diciembre de 2013

Escribir un libro

Sé que algunas personas están al tanto de que estoy escribiendo una novela (quien no pues ¡sorpresa!) algo que quizás nadie sepa es que estoy en proceso de dos novelas al mismo tiempo, no estoy segura si soy a la única a la que le pase lo siguiente: me desgasta muchísimo mentalmente el escribir.
Yo no digo que escribir sea algo tedioso para mi, al contrario es algo maravilloso y una de mis mas grandes pasiones, pero es muy desgastante por el hecho de dividirme en varias personas a la vez, es decir, cada libro tiene su alma propia, emociones, miedos, preocupaciones, etc., y yo vivo día a día esas emociones mientras llevo al mismo tiempo mi propia vida, es como ser tres personas diferentes que conviven en un mismo ser.  Esto no me pasa al momento de escribir, me pasa durante todo el proceso de estar escribiendo, cada minuto de mi vida llevo tres personalidades completamente diferentes a cuestas, me angustia y me lleva a mis límites y eso me anima con mayor razón a terminar pronto de escribirlas, pero no es tan sencillo, no te puedes sentar sólo a decir que quieres escribir por más que así lo quiera, debo esperar también a la inspiración que es un alma diferente, libre y caprichosa que no viene a ti cuando tu lo quieres, solo viene cuando cree que es el momento correcto para hacerse presente en tu vida y esa espera al mismo tiempo me genera una gran expectación y ansiedad.
Casi siento una extraña sensación de rencor contra mis libros, mas con uno en especial que lo llevo a cuestas desde hace 5 años, pero a la vez son lo que me anima a ser yo, sin importar nada, ese amor por las letras es lo único que en mis peores momentos, jamás ha cambiado a pesar de yo misma haber cambiado tanto en estos años, tantas personas se han quedado en el camino, tantos sentimientos, tanto dolor, pero esa necesidad de expresar todo con la palabra escrita es algo que nunca se ha ido, de las pocas constantes en mi vida.

Siento a veces como se me queman los dedos por la necesidad de escribir pronto, de contar lo que sigue de la historia y de mostrarlo al mundo, por esa necesidad fue por lo que decidí en primer lugar crear este blog, para sacar de a poco las historias, pero sobretodo la ansiedad de escribir, claro, sin arruinarles el final.
Esta es una entrada diferente a las demás, esta no es una anécdota de la niña enferma con el alma desgarrada y sin esperanza alguna, esta vez les habla la versión más entera de mi misma, hoy no les habla la depresión, ni la melancolía, ni el dolor, les habla del corazón la escritora.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Recuento de los daños

Mirar en el pasado es algo bastante perturbador, por lo menos para mi, aveces creo que mi vida hubiera sido muchísimo mas llevadera por ejemplo; si tan solo no te hubiera conocido, si hubiera tomado otro rumbo, si no hubiera tomado esa decisión de acercarme y dejarte entrar en mi vida, casi sin hacer ruido, casi sin anunciarte, casi por accidente y sin embargo causaste tal revuelo que no pude hacer nada en contra de ello, pero al mismo tiempo estoy segura de que de no haber sido tu, hubiera sido alguien mas, por supuesto no hubiera sido tan lleno de curvas y percances, por supuesto eso le hubiera restado emoción, por lo tanto no habría una historia en si que contar, eso es lo emocionante de mi pasado y a la vez terrorífico.
Los caminos fáciles de mi vida han sido mas duros a la larga de lo que yo hubiera siquiera imaginado en mis peores pesadillas, todo comienza de forma emocionante, sientes como se te llenan las venas de adrenalina, pero después necesitas mas, así necesite mas a mi Diosa Ana, así necesité la automutilación, así necesité las drogas, y por supuesto, así te necesité a ti, a tus gritos, humillaciones y maltratos, se fue siendo parte de mi, como un parásito que se aferra a tu carne, que vive de ti y te mata de a poco, la misma historia de mi vida, sin términos medios, a todo o nada.
Regularmente recuerdo lo peor de las personas, pero trato de recordar los bellos momentos del pasado buscando una excusa que me permita haberme equivocado tanto contigo y me veo envuelta en un extraño circulo vicioso que me lleva a la misma conclusión, a ninguna parte, ya no hay nada que salvar, ya no hay nada que remendar, solo palabras para mi, palabras que nunca te dije y que tu jamás me dirás, y así esta bien, al fin y al cabo estas donde debes estar, en el pasado y en una hoja de papel.
Hace casi un mes cumplí 20 años (24 de noviembre) y miro por el rabillo del ojo lo que fui y no quiero ser, lo que me mato en el pasado y hoy en día me hizo lo que soy, mansa como cordero y astuta como serpiente.