jueves, 31 de octubre de 2013

Relativa felicidad

¿Porque lo que regularmente uno quiere siempre es lo que uno no puede tener? ¿Es acaso la envidia natural?Francamente no lo se, solo se que yo te quiero a ti, quizás solo sea un capricho momentaneo, quizás solo sean sentimientos removidos desde lo mas profundo de mis recuerdos, quizás estemos hechos el uno para el otro, pero solo son quizás en mi mente, fugaces e inexistentes.
No quiero ser egoísta, pero mi mente no me deja tranquila ni siquiera por las noches, pienso callar, como siempre, amando a escondidas, en un rincón distante y casi inexistente, sin ruido ni razón de ser.
Siempre te dije que dijeras lo que sientes y no lo que piensas, francamente nunca fui buena para seguir consejos propios, y lo acepto, te digo lo que pienso, calculo cada palabra para que no se me escape la verdad, pienso cada paso antes de dar el siguiente, siempre por delante de ti, para no causar una reaccion inesperada, para hacer contención de tus sentimientos y los míos.
Tienes miedo, lo escucho en tu voz, lo veo en ti y no eres el único, yo tambien tengo mucho miedo de lo que sientes, de salir herida, de morir una vez mas en tus brazos, de dejarte esperando mas, de nesesitarte y que no estes,  de no ocupar el lugar que yo quiero.
Quiero verte y decirte en mi mente lo que siento, pero no quiero decirtelo, quiero callar como tantos años lo hice, quiero gritar a mis adentros, ya tienes tu vida y yo e hecho la mia, pero no seré mas egoísta contigo, dicen que quien realmente te ama te dejará ser feliz, y yo realmente te amo, por lo tanto te dejaré ser feliz y miraré a otro lado.
Los años pasan y las heridas sanan, lo se yo por tantas heridas en mi alma y en mi cuerpo, no te voy a molestar mas, miraré a otro lado y haré lo que sea por tu felicidad, lo que yo siento a estas alturas, ya no importa.

lunes, 28 de octubre de 2013

A Una Vieja Amiga

   Te amo tanto... en realidad te amé tanto, a tal punto de ser capaz de darlo todo, cada lagrima, cada sonrisa, cada verso, cada gota de sangre. Hablar hoy en día de ti me resulta muy vago, casi irreal, como si nunca hubieras existido, me formaste, me diste sueños, me diste esperanza, alimentaste mi alma, me cobijaste y a la vez me diste frío, me diste vida y me mataste, me hiciste constante, meticulosa, responsable y perfeccionista, pero igualmente me hiciste compulsiva, obsesiva, enfermiza, auto destructiva y masoquista.
Te odio, pero no por lo que me hiciste a mí, tampoco por lo que me convertiste, te odio por toda la gente a mi alrededor a la que hice daño porque me hiciste creer que ellos quería
n sabotear y lastimarme, pero en realidad querían salvarme de ti, de tu hielo y tu infierno.
Veo huellas e
n mi cuerpo, pruebas de que estuviste presente en mi vida y me hace pensar en lo fuerte que fui por dejarte y seguir adelante tomado en cuenta todas las vidas que haz cobrado a lo largo de tu existencia, hoy te veo de lejos y ojalá esta carta sea un hasta nunca mi vieja compañera Ana.


sábado, 19 de octubre de 2013

Mi vida

Mi  vida siempre a sido una constante de altibajos emocionales, nunca e aspirado a una vida de paz o por lo menos no al 100%, cuando creo que la conseguiré pasa algo inesperado, cualquier cosa desde un desajuste o un cambio de horario hasta una muerte, esa es la historia de mi vida y aveces me canso, me hastío, mi mente no razona adecuadamente y quisiera tomar una navaja, una pastilla o una siesta.
Pero en otras ocasiones siento que es lo único que me despierta interés en despertar al día siguiente, no soy infeliz, ya no, pero mis emociones aveces me sobrepasan, me dominan, el pasado me persigue pero mi realidad me salva, me contiene y me recuerda que tengo control.
Volteo y te veo a mi lado, serio y consternado, aveces creo que no pienso en lo que tu sientes, que te dejo muy al margen de mi mundo y hago lo mejor que puedo hacer por ti, sonreír.

jueves, 10 de octubre de 2013

nota de una suicida en recuperación

No creo que alguien pueda hablar de la muerte, a menos que se vea cara a cara con ella y yo conviví muchos años con ella.
Verla hoy día desde afuera casi me hace perderle el respeto y el temor racional hacia ella. Haber visto como burlonamente me arrebataba a la gente que más e amado, su fría presencia rondando mi vida, sigilosa y frustrada por no conseguir arrastrarme a su lado.
La sensación de desear su aparición es indescriptible, no poder vivir, no poder con el peso de mi alma y sin embargo no poder tampoco desprenderte del mundo terrenal, sufrir en el día a día, sobrevivir.
En mi mente solo cabía la forma adecuada casi romántica de cerrar el telón; pastillas, cortadas, anorexia... Cualquiera era válida en mi condición, en mi desesperanza y soledad.
Hoy no la veo como un anhelo, quizás si como una vieja compañera que algún día volveré a ver, pero por lo pronto no tengo prisa en recibirla.